18 enero 2010

MAE HONG SON

Para una vez que íbamos dispuestos a pagar el dichoso “dólar corrupto” para no perder espacio en el pasaporte… no nos lo piden; de todas formas mejor, el policía de la frontera laosiana fue muy simpático y rápido, seguido tomamos una barca que ha multiplicado su precio por dos recientemente, para cruzar al pueblo frente a Huay Xai, Chiang Khong, nuestra primera parada en Tailandia. Tras la rápida inmigración buscamos la manera de irnos a Chiang Mai, la ciudad más importante del norte de Tailandia; queremos irnos rápido para aprovechar el tiempo que queda antes que mis padres se marchen.


Primero tomamos un bus hasta Chiang Rai, y seguido otro hasta Chiang Mai atravesando el Parque Nacional de Khun Chae, un bello paisaje selvático en tierras altas y con la presencia de lluvia, que ya hacía tanto que no veíamos.

Hasta Chiang Rai la cosa no parecía diferir mucho de Laos, pero de aquí a Chiang Mai rodamos por una autopista, y al llegar a la ciudad la cosa estaba clara, hemos llegado a un país con muchísima mejor infraestructura, preparado para recibir millones de turistas, y comenzamos a ver de nuevo las típicas cadenas internacionales de comida rápida y otros establecimientos que no veíamos desde China.

Chiang Mai no es una ciudad muy grande, son poco mas de 200.000 habitantes, pero se encuentra y se tiene de todo al alcance, lo que hace de ella un lugar muy bueno para relajarse una temporada; así pues hemos decidido hacer una parada en nuestro viaje y mirar la posibilidad de quedarnos por aquí al menos un mes.
Pasamos en Chiang Mai un par de días en los que buscamos información de apartamentos y dimos una vuelta de reconocimiento; después tomamos un bus hasta Mae Hong Son, cerca del país vecino, Myanmar, a 7 horas de Chiang Mai.

Son sólo 7 horas debido a las carreteras asfaltadas, porque el camino es increíble la de curvas muy cerradas que da para arriba y abajo… El paisaje es montañoso, y muy tupido al igual que en el norte de Laos.

Mae Hong Son es pequeño y tranquilo, tiene un diminuto lago en el centro donde nos alojamos en una casa de huéspedes con muy buenas vistas.



Visitamos algunos templos por la ciudad y su mercado nocturno; en el templo Jong Klang junto al lago, cada noche hacen volar una especie de farolillos con fuego en su interior que los hace subir muy alto.



Junto a Mae Hong Son hay una montaña, Doi Kong Mu (1.500 metros) con un bonito templo en su cumbre, donde multitud de tailandeses compran sus ofrendas para Buda, que luego serán revendidas de nuevo a otros fieles; dentro de los templos hay multitud de huchas, casi tantas como Budas…



Las vistas son buenísimas, se ve toda la ciudad y hasta las montañas que llegan a Myanmar.


En Mae Hong Son contratamos una chica para hacer una marcha por las montañas cercanas y ver el poblado Karen, uno de los varios que hay en la zona donde habitan las “mujeres jirafa”, o mujeres “cuello largo”

Nos dimos una buena marcha de varias horas parando en un par de casas de familiares de Chang, nuestra guía. Un perro nos acompañó todo el tiempo, la verdad que bastante útil para advertirnos de posibles peligros como ésta serpiente que encontró en nuestro camino.



Más tarde comenzamos a ascender entre la jungla por un lugar completamente lleno de cañas de bambú, así hasta llegar a una de las cumbres más altas, desde donde divisamos tierras birmanas a apenas 10km de nosotros. Al otro lado vemos Mae Hong Son, muy pequeño a nuestros pies.
Aquí Chang nos preparó comida típica del lugar que colocó sobre hojas de árboles que recogió por el camino.



Desde aquí descendimos por el otro lado, llegando a un camino que nos lleva a la villa Karen.
El tema de visitar las villas de “mujeres jirafa” es un tanto delicado a veces; se dice que son utilizadas, que es un teatro… Lo cierto es que esta gente vive bien, incluso mejor que en Myanmar (de donde son realmente); están aquí como refugiados y han sabido aprovechar su excentricidad de “alargarse el cuello” para ganarse la vida.

Creíamos que lo que visitaríamos sería una villa donde viven, pero el tema es que es un área dónde las mujeres tienen puestos para vender cosas a los turistas (mayoritariamente locales). Lo más sorprendente de todo fue cuando vi una de las chicas tocando una guitarra acústica, y ella misma vendía discos suyos que alguna compañía la había grabado.



Tampoco lo veo como algunas personas me habían dicho que es como un “zoológico”; las chicas son agradables, dispuestas a charlar un rato y luego si aceptan puedes fotografiarlas, tímidamente te insisten en que las compres algo pero sin ninguna presión. También es cierto que muchos de los turistas locales van a lo que van y según llegan a las tiendas nos mandan incluso apartarnos para fotografiar a las mujeres sin decirlas nada.

Aquí habita otro grupo étnico más, llamado “orejas largas”, éstas se deforman la oreja haciendo grande el lóbulo y cuando se quitan lo que ponen dentro, ésta cae hacia abajo alargando la oreja.



El por qué las “mujeres jirafa” se colocan esto en el cuello es aún un misterio, en su día fue una tradición, actualmente pienso que en mucha parte es por la demanda del turismo, para ellas es la forma de ganarse la vida.
Realmente no son aros lo que se colocan si no una espiral que a la vista parecen anillos; una mujer de edad media lleva alrededor de 5 o 6 kilos de peso en el cuello. Cada cinco años se lo quitan y se colocan una espiral más larga, haciendo un “anillo” más, así hasta los 49 años, cuando paran y se dejan la espiral así para siempre; la historia de que si se lo quitan se mueren por tener separadas las vertebras es un mito, es totalmente falso.



Regresando de nuevo a Chiang Mai nos alojamos en la “Puerta Este” o “Puerta de Tha Phae”; una de las cinco entradas principales a la antigua ciudad; un gran cuadrado perfecto parcialmente amurallado y circundado por un canal.

En Chiang Mai hay más de 300 templos budistas, nosotros visitamos sólo unos pocos famosos que se hallan dentro de las murallas de la vieja ciudad como el Phra Singh que alberga la imagen de Buda más venerada de la ciudad.



El Chedi Luang contiene una vieja stupa de 600 años con varios elefantes de piedra en ella; a su alrededor hay varios templos, algunos contienen estatuas muy realísticas de monjes, con frascos de cristal que contienen reliquias de los mismos.



El templo principal en Chedi Luang tenía gran actividad debido a alguna celebración por un monje fallecido en 2008 que debe ser de gran importancia; su imagen es venerada en muchas partes de la ciudad.



Fue también curioso que frente al templo budista (dentro del recinto), había un grupo de chicas musulmanas friendo tortitas y repartiéndolas gratis para todo el mundo.


Por último vimos el Templo de Chiang Man, también con una pequeña stupa que contenía varios elefantes de piedra alrededor.



Pasamos varios días más con mis padres en Chiang Mai, pero básicamente nos dedicamos a hacer compras por el mercado nocturno, y a buscar un apartamento donde poder alojarnos un mes.
La tarea del apartamento no fue fácil; queríamos algo cómodo, bonito, con cocina, y muy importante, barato… Pero parece ser que en Chiang Mai hay mucha demanda de estos apartamentos y prácticamente todo estaba ocupado hasta Marzo o incluso Mayo; otros apartamentos no alquilan sólo por un mes…así que tuvimos recurrir a una agencia la cual nos encontró uno que se había puesto en alquiler el día anterior.
Los apartamentos con cocina son bastante más caros, pero no nos importa porque lo que queremos es tener nuestro espacio, desconectar y tomarnos unas vacaciones. Así pues pagamos unos 200€/mes por un apartamento de 40 metros cuadrados a 3km del centro, en un lugar que sólo se escuchan los pájaros, con vistas a las montañas, todo verde, con internet, con piscina, gimnasio…es decir, a todo, todo lujo.

En un viaje como el nuestro, a parte de las personas, lo que se echa mucho en falta es tener un hogar; no son las comodidades, o tener esto y lo otro, si no tener un espacio con tus pocas cosas. Así que ha llegado nuestro momento de desconectar un poco.


En Tailandia no solo hay mucho turismo, hay mucho extranjero que vive y trabaja aquí, pero lo que menos me esperaba a la hora de alquilar un apartamento en Tailandia es que el jefe de la agencia fuese finlandés y la dueña del piso belga…

El día 15 de enero fue el último día que estuvimos con mis padres dando una vuelta por la ciudad; comenzamos a ver gente en los talleres que miraban al sol con caretas de soldar; pensamos que podría ser un eclipse pero nos extrañaba pues no habíamos leído nada. La curiosidad nos pudo y le pedimos la careta de soldar a unos chicos y ¡ahí estaba! Era un eclipse de sol. Luego me informé y leí que fue el eclipse de sol anular más largo del siglo en el Sudeste Asiático; por desgracia el eclipse anular era visible más al norte en Myanmar, a nosotros no nos tocó anular, pero quizá un 80% o más, suficiente para notarse una menor intensidad de calor y las sombras.



Ese mismo día hicimos una buena cena de despedida con mis padres quienes viajaron a Bangkok; y hace un par de días que vivimos en el apartamento, estamos muy muy contentos.