29 mayo 2009

LADAKH

Los autobuses que parten en dirección Leh desde Srinagar sólo son "super-deluxe" y el ticket nos salió carillo, 707 Rupias (11 €), pero bueno son 2 días de viaje a través de la cordillera del Himalaya. El autobús de lujo sigue siendo como los de siempre pero mejores asientos…


Vamos rodando muy despacio y con parones continuamente; el paisaje es una maravilla, no sólo aparecen grandes montañas nevadas, la nieve baja hasta el río en enormes bloques de hielo.
Paramos a comer en el pueblo de Sonamarg, con impresionantes vistas de Kolahoi (5.425 metros), lástima no poder acercarnos a su glaciar, pues debemos continuar viaje con el bus.



A partir de aquí ya no hay palabras para la carretera, de momento es la más impresionante que hemos visto; el camino zigzaguea por la ladera de la montaña con muy bonitas vistas de los dos valles que se unen en éste punto, pero llegado un momento los enormes neveros que bajan de la montaña atraviesan la carretera, donde han habilitado un paso para la circulación, así pues vamos atravesando estos pasadizos entre dos bloques de hielo gigantes que superan en altura el autobús, en ocasiones el grosor de la nieve almacenada puede llegar a unos 6 o 7 metros.
Esto es la parte bonita y fácil; el deshielo constante hace que la carretera, de un sólo carril, se convierta en un barrizal con grandes socavones; y la verdad es que no hacía nada de gracia ver las ruedas del autobús junto a un precipicio constante de cientos de metros de altura; lo peor era cuando las ruedas cogían algunos de estos socavones y el autobús se balanceaba tanto que parecía que nos íbamos abajo…



En este tramo el tráfico esta regulado en un sólo sentido, de todas formas rodamos muy despacio y parando continuamente esperando que los vehículos de enfrente adelantasen terreno.
El puerto de Zoji La (3.529 metros) no es muy alto en comparación con otros pasos de montaña de Ladakh, pero debe tener una influencia climática diferente que lo hace muy complicado y cubierto de nieve y hielo. Mientras lo estábamos cruzando comenzó a nevar un poco sin mucha importancia, lo malo fue que hubo una avalancha que cubrió la carretera, así que más tiempo retenidos hasta dejar libre el camino.



Llegamos a Drass con el atardecer y esperamos casi hasta la noche mientras arreglaban una rueda del autobús; en Drass había un cartel que decía, que es el segundo pueblo más frio del mundo, aquí se han registrado temperaturas de 60 grados bajo cero.
Ya de noche seguimos hasta Kargil, un lugar muy cerca de la "Línea de Control" que hace de frontera provisional con Pakistán. Esta vez tenemos nueva compañía, un chico español que conocimos en el autobús, Djamel, con quien pasamos la noche en Kargil; nos liamos a hablar hasta un poco tarde, dormimos 4 horas y media y fuimos de nuevo al autobús a completar el viaje hasta Leh.
El primer tramo fueron 14 horas y desde Kargil a Leh unas 10 horas y media más; a pesar del montón de horas, el viaje es ameno por lo maravilloso que es el entorno. Desde Kargil todo cambia, el paisaje se torna más seco muy similar al valle del Spiti; pasamos dos puertos más el Futu La (4.147 metros) y el Namika La (3.760 metros) ambos exentos de nieve. Pronto la carretera comienza a rodar junto al mítico río Indo, el cual ya vimos en Pakistán, con la cordillera de Ladakh en nuestra izquierda y Zanskar a la derecha.



Es muy interesante también ver como poco a poco vamos cambiando de un lugar musulmán a budista; las mezquitas van desapareciendo para dar paso a los chorten o stupas, monasterios budistas y las banderas con las plegarias atadas por todas partes.
No sólo el paisaje es similar al Spiti, las casas también son de barro pintadas de blanco con las ventanas de madera y la paja en los tejados, paramos de camino en algunas de éstas villas para comer.



Ladakh significa "tierra de los altos puertos" y con razón pues aquí se hallan los pasos de montaña motorizados más altos del mundo; también es conocida como "El pequeño Tíbet" por sus grandes similitudes en paisaje, gente y cultura.
Ladakh busca hace tiempo la independencia del estado de Jammu y Cachemira, pero con el conflicto actual de ésta provincia, esta independencia no esta muy cerca aún.
Leh (3.505metros), su capital, es un lugar desértico, seco y muy bonito, con cumbres nevadas en los alrededores; según llegamos buscamos una casa de huéspedes junto a Djamel en la zona vieja del pueblo.



Tuvimos suerte que al día siguiente de llegar asistimos a un festival anual que dura por varios días, los monjes de la región se reúnen en el Gompa Chowkhang en el mismo centro de Leh, donde recitan mantras una y otra vez. Fue muy buena ocasión para ver a la gente local con sus trajes típicos que incluyen un alto sombrero muy gracioso.



Leh es muy pequeño y en un momento ya se ha recorrido todo el centro, al norte en la montaña esta el palacio de Leh y junto a él, el Tsemo Gompa desde donde hay muy buenas vistas de Leh y uno se puede hacer a la idea de cómo es éste lugar; las barriadas de las afueras de Leh podrían pertenecer perfectamente a cualquier villa del desierto en Oriente Medio.



El valle del Indo es muy rico en cultura budista, se encuentran gompas salpicados por las dos orillas del río en kilómetros de distancia; nosotros fuimos a visitar un par de ellos en autobús. El primero el monasterio de Shey, antiguo palacio de veraneo de los reyes de Ladakh; el templo tiene un gran Buda dorado, y desde lo alto de la colina, donde quedan los restos de una fortaleza, hay grandes vistas del valle con cantidad de chorten decorando el paisaje desértico.



Seguimos caminando hasta el gompa de Thiksey, bastante más impresionante que el anterior pues está situado en una colina y todos los edificios de barro amontonados por la ladera y la cumbre, a pesar del esfuerzo mereció la pena subir arriba para ver el interior de uno de sus templos, las diferentes estancias de los monjes, y las bonitas vistas del Valle del Indo.



Desde Leh, nuestra idea es viajar un poco más al norte, al valle de Nubra, pero nuevamente debido a la cercanía con las "Líneas de Control" (esta vez con Pakistán), debemos solicitar un permiso especial, y éste sólo se puede hacer a través de una agencia de viajes. Se han montado un gran negocio con estos permisos especiales, realmente no encontramos sentido al por qué de ello; es una forma más de recaudar dinero.
Para el permiso además hace falta ser un grupo de cuatro personas; Djamel se unió a nosotros y la agencia se encargó de presentar un pasaporte más para poder conseguir el permiso que vale 100 rupias, mas un plus que nunca entendimos sobre "Vida Salvaje Animal"…
El Valle de Nubra no está muy lejos, pero la distancia y tiempo es largo porque debemos salvar el puerto de montaña transitable para vehículos más alto del mundo, el Khardung La (5.602 metros)
La carretera que pasa el Khardung La, es sólo transitable en un sentido, (o eso creímos en un principio pues al regreso venían vehículos de frente), así pues sólo podemos ir Martes, Jueves o Sábado, y al día siguiente es en el sentido de vuelta; el autobús va subiendo en zigzag por la montaña y pronto alcanzamos los 4.600 metros de altitud donde se hallaba el segundo control militar; el frio es tremendo en esta altitud en las primeras horas de la mañana; a partir de aquí la nieve y el hielo en la carretera nos acompañarán hasta que descendamos de nuevo. Llegando cerca de los 5.000 metros, la nieve que hay en las orillas de la carretera no llega a derretirse por completo debido a las bajas temperaturas, lo que ocurre es que se forman extrañas figuras en el hielo, y el agua que gotea se congela de inmediato formando espectaculares estalactitas.



Llegando al Khardung La superamos nuestro "record" de altitud que teníamos en Bolivia, y pasamos por los 5.602 metros de este altísimo puerto, desde donde casi aún se puede divisar Leh. En el puerto no nos detuvimos y tampoco hay nada especial, tan sólo militares y un gran desorden de bidones de petróleo.
Fue muy gracioso ir escuchando como reventaban durante todo el camino los paquetes de patatas fritas o gusanitos que llevaba un hombre en el bus, debido a la gran altitud.
El descenso hasta los 5.000 metros fue complicado, con mucha nieve y mucho tambaleo del autobús; después del tercer control a 4.600 metros, de nuevo la carretera es fácil y pronto llegamos a Diskit en el Valle de Nubra. El paisaje es de nuevo seco y desértico, con un amplio valle donde discurren pequeños riachuelos. A la altura de Diskit se puede decir que comienza otra gran cordillera que se suele confundir con el Himalaya, y aunque más pequeña no deja de ser impresionante por sus altísimas montañas, el Karakorum; pero ya hablaremos del Karakorum más adelante pues está dentro de nuestros planes en Pakistán.



Continuamos unos pocos más kilómetros hasta la villa de Hunder, el último punto hasta donde podemos llegar legalmente, más allá la carretera continua por varias villas hasta llegar a Pakistán a unos 70 kilómetros de Hunder; una frontera (o línea de control) cerrada a cal y canto.
Hunder es una villa muy pequeña situada entre vegetación que crece gracias al río; el lugar es tranquilo, pacifico…y decidimos pasar allí tres días con la compañía también de Djamel.



Diskit es un poco más grande, uno de los días nos acercamos para ver el pueblo, subir hasta el gompa y ver a la gente local como cultiva y ara los campos con los yak.



A parte de lo remoto del lugar, de la tranquilidad, de los gompas…lo que nos trae aquí es un extraño fenómeno; un pequeño desierto de arena que se extiende entre Diskit y Hunder; uno de los días nos cruzamos el desierto entero a pie (7 km), es muy curioso ver dunas de arena y vegetación de desierto aquí entre la cordillera de Ladakh y el Karakorum, a una altitud de más de 3.000 metros. Vimos rebaños de cabras y ovejas con sus pastores, pero que pena que no encontramos ningún camello salvaje, aunque en Hunder pudimos fotografiar uno domestico…



Junto al puente lleno de militares, el cual no podemos cruzar, hay una fuerte subida hasta un templo budista y una vieja fortaleza donde aún queda una torreta; desde arriba hay muy buenas vistas del valle y el pequeño desierto.



Regresamos a Leh por la misma carretera que llegamos a Nubra, sin ningún inconveniente más que los pelos un poco de punta al pasar algún tramo junto al hielo, y una fuerte nevada, pero sólo en las partes más altas, cerca del Khardung La.